GUNDA BEHRENS

El Origen – Gunda Behrens
Una joya resuena en Murcia, ese puede ser el calificativo hacia Gunda y su obra. Fue al comienzo del verano de 2024 cuando tuve la fortuna de entrar en una especie de geoda artística al visitar por esas casualidades de la vida la casa-estudio de Gunda Behrens (Riga, 1943) situada a las afueras de la pedanía de Cañada del Trigo en Jumilla. Quiero imaginar a aquellos que entraban en esos lugares de nobles burgueses europeos donde coleccionaban curiosidades y maravillas exóticas conocidos como los gabinetes de las maravillas, cuando entré en su caórdico cosmos e íntimo tesoro donde vive. Allí mismo pensé que Gunda tenía que ser descubierta y reconocida en la región de Murcia, en la que habita por voluntad propia desde 2014 en una atmósfera de tranquilidad, cuya tierra donde se formó, primero por Colonia seguido de Karlsruhe, forjó a una artista que expuso con éxito en numerosas ciudades alemanas y algunas foráneas a lo largo de tres décadas.
Especializada en el grabado xilográfico, el volumen en terracota y la pintura acrílica, decide titular esta exposición con el nombre de El Origen, aportando una ínfima representación de su trayectoria en la exquisita sala del Museo de la Sangre, por la que siento que estamos ante una antológica, curiosamente exponiendo individualmente por primera vez su obra en Murcia, si exceptuamos su efímero paso en una colectiva en la Galería La Luz apoyada de manera sensacional por Carlos Salas.
Gunda respira arte por todos sus lados. Una mujer y madre de dos hijos nacida para crear, para hacer del mundo algo más bello y gratificante. Enamorada de España, permaneció con su marido en Altea (Alicante) durante unos escasos años en la década de 1970, hasta que el destino hizo que regresara de nuevo al sureste. Su hogar no es de soledad, aunque viva en un cierto aislamiento frente al frenético urbanismo junto con su producción artística, su perra y su gato en un entorno de naturaleza, porque sus paredes son color, son luminosidad, son un canto a la imaginación, a los sueños, a los aromas del monte que danzan entre sus cuadros, y a la brisa que no conoce prisa. Una vida que transcurre desde este corazón existencial del territorio de Jumilla y que ahora irradia en esta sala.
El influjo del expresionismo alemán cuando uno observa su obra es evidente, que lleva a pensar que podía haber encajado perfectamente en este grupo de vanguardia creado en 1905. Son muchos los autores que podíamos citar, como Karl Schmidt-Rottluff por su enérgico color tan expresivo, al igual que Erich Heckel, los animales de Franz Marc y los inicios de Kandinsky, precursor del grupo El Jinete Azul junto con Franz Marc y la menos conocida de este grupo que no lo tuvo tan fácil al ser mujer, como Gabriele Münter, pareja un tiempo de Kandinsky y también su profesor, y que el Thyssen le dedicó una retrospectiva en 2024.
No podemos negar, por tanto, unos cimientos sólidos de esta vanguardia en Gunda, de donde parte también el grupo El Puente, uno de los primeros exponentes en la vanguardia, al que está menos unida estéticamente, compartiendo mayores afinidades con el posterior grupo surgido en 1911 de El Jinete Azul. No solo le une este movimiento a Gunda, porque cuando comienza a crear en la década de 1960, cogerá impulso la corriente alemana del neoexpresionismo conforme avanzan esos años, unida más que nada desde un punto de vista generacional con artistas contemporáneos consagrados como Georg Baselitz, Anselm Kiefer y Karl Horst Hödicke, entre otros. Esta renovada tendencia figurativa con giros abstractos genera todo un boom artístico internacional como la Nueva Figuración capitaneada por Francis Bacon, y el contrapunto en Europa del informalismo, que busca mayores derroteros abstractos en una tendencia plástica radical.
Como sucede con los neoexpresionistas, donde cada uno de sus componentes creó caminos muy distintos, así ocurre en Gunda, ejercitando su introspección en la que representa figuras de animales (caballos, toros, cerdos, cuervos, águilas, etc.), y con más frecuencia figuras humanas, como la estampación gráfica del cuerpo abatido, hundido ante la violencia que ejercen los conflictos. Un ser cabizbajo, derrotado, al que en su gesto se advierte el dolor en su larga mancha negra. La figura humana a veces es un diálogo con su otro yo, a modo de espejo, de conocerse uno mismo, como la dualidad de la que está hecha la vida, cuya muerte le da sentido a este principio y fin de las cosas. Un antagonismo que favorece el camino de la cultura, porque sin la razón para poner límites a los caprichos de nuestra mente no existiría la imaginación, y viceversa.
Con esta breve representación de la trayectoria de Gunda, deseo que puedan hacerse una idea de la magnitud abrumadora de una artista que ha seguido su instinto, aventurada a conquistar su realidad, su verdad, su forma de sensibilizarse con el mundo, que recuerda a aquello que decía el poeta alemán Friedrich Schiller, “el grado de la sensibilidad del alma depende de la vivacidad de la imaginación”.
Aprendamos a ver desde lo formal, pero también desde el impulso sensible. Cualidades ambas subordinadas para que el público comprenda y cree sus propios mundos como ser creador. Juguemos a emplearlos como aliados para entrar en la intensidad de la obra.
La singular serie de pequeñas cabezas inyectan una libertad total de rostros que sobrecogen por su desenfado, un descaro creativo revolucionario de quién los mira. Aunque sabemos que la idea de belleza no tiene relación con el tamaño, Kant decía que, aunque lo bello podía ser pequeño, no así lo sublime que necesita ser siempre grande y sencillo. Lo sublime debe conmover, al igual que lo bello en cambio, encanta. Tengo que decir que esa observación de Kant en su juicio crítico del siglo XVIII tiene algo de verdad, comprendiendo que la obra de gran formato nos sumerge con más facilidad, a cuyo impacto hay que añadir lo salvaje y primitivo que Gunda somete a sus obras. No es de extrañar que su fuerza en el color se asocie al origen no solo de la humanidad, extensible a la naturaleza y los seres que la habitan, un cromatismo incluso más ancestral que el propio ser humano.
El lector ya ha podido intuir que me he acercado a autores alemanes para mimetizar más con nuestra artista, y aunque no puedo engañar de mi casi inexistente formación alemana, prosigo en un discurso no tanto hacia Hegel cuyo pensamiento es de tendencia racionalista, pero sí hacia Schopenhauer donde creo que Gunda estaría más próxima a su corriente de pensamiento, Este brillante filósofo alemán está de acuerdo con lo platónico en el sentido que la contemplación artística nos lleva a un conocimiento profundo de la esencia del mundo. En esta línea, y por proximidad, citamos al poeta Rilke, cuando afirmaba en sus famosas cartas que “para los creadores no hay pobreza ni lugar pobre e indiferente”, por lo que me atrevo a afirmar que Gunda es una poeta de la pintura, una vida que está completa cuando no le faltan sus utensilios, donde se conjura a sus riquezas artísticas. En el frenesí de sus densos acrílicos que bailan con los chorreos que a veces deja caer o salpicar, se conforman experiencias inigualables, donde percibimos que los miedos se dejan atrás, sin apartarse del desafío, del riesgo de una obra auténtica, con la fuerza de un motor que seguro está hecho de millones de pétalos, donde lo complejo se hace familiar, se hace suyo y labra su personalidad artística.
El gesto rítmico del gran brochazo palpita en sus cuadros. Acariciamos prácticamente ese fulgor del pincel con solo detenernos en sus cuadros. Cualquier gran pintor suele renunciar a beneficios o pérdidas, porque no existen en su ley, en una obediencia como diría Rilke hacia la totalidad, hacia la serenidad y equilibrio que Gunda necesita.
Los cromáticos fondos que emplea en tonalidades de azules y esmeraldas se aproximan más al grupo de El jinete Azul que a cualquier otro, pero afrontando connotaciones totalmente presentes, arraigadas en el neoexpresionismo, cristalizando una esencia fauve y expresionista avanzada, y basculando a unas angulaciones que deforma y rozan la abstracción, donde el color cobra ventaja respecto al dibujo. Un vigor que se aprecia en los animales que representa, reconociendo Gunda una infancia cercana al campo, y cuyo dinamismo traslada a la figura humana, donde no es tan habitual el género del paisaje, tan común en el expresionismo.
Ese pensamiento artístico germánico persiste, pero vuela hacia una firmeza del que busca y encuentra, derrochando sabiduría pictórica, lecturas que descodifica en sus violentos trazos, huyendo de todas las voces de fáciles triunfos o comportamientos comerciales, porque Gunda, sin duda, es fiel, no condicionada, a veces desde una práctica social como las figuras que parecen tan pesadas como bloques de piedra, posiblemente por las hostilidades humanas que aprecia, pero muchas otras por una simple elevación espiritual, coincidiendo en lo que decía Tàpies de que no hay arte sin verdadero impacto.
Cerrando este circunloquio como empezamos en aquel verano de 2024 cuando descubrí una obra alejada de lo artificioso, movida por algo tan natural desde una pintura que resuena, sin simulacros, en una vida destinada a pintar, deseo al menos que un ligero soplo de esta experiencia llegue al lector-espectador.
Comisario
Enrique Mena

GUNDA BEHRENS
Biografía
GUNDA BEHRENS (Nace en Riga, Letonia en 1943)
Su padre Heinz era ingeniero y su madre Alida modista. Gunda es la menor de 5 hermanos y creció en el campo cuando siendo muy niña regresó a la tierra de sus padres en Alemania. Siempre supo que quería pintar y nunca tuvo otra vocación que aprender arte.
Formación
1963 – 64. Estudia en el Colonia Werkschule: Dibujo y pintura
1965 -67. Academia de Karlsruhe: Dibujo y escultura, con el escultor Wilhelm Loth, entre otros, que ejerció una influencia duradera en su experiencia visual de las vivencias y contextos de las formas. En 1968 estuvo un tiempo viviendo en Creta (Grecia)
1983 – 85. Universidad de Ciencias Aplicadas de Kiel: Dibujo y grafismo. Durante sus estudios en Kiel, trabajó con Duwe, Thieme y Bauer.
Comienzos
1968: Primer estudio en Coburg. Realizará dibujo a pluma y tinta en retratos, y pintura con colores acrílicos y tinta.
1973: Comienzo con grabados en madera y terracota
1977 – 80: Estancia en España, Alicante, Altea, obras escultóricas y principalmente dibujo. Este periodo está marcado por un anhelo de luz y sol, escapando del gris de Alemania. Seguirá con la pintura en acrílico y tierra sobre lienzo y papel; con obra gráfica: Xilografía; y objetos con arcilla y madera cultivada usando acrílico.
En 2014 se muda a España, donde adquiere un terreno y construye su vivienda en Cañada del Trigo, (Jumilla-Murcia)
Selección de exposiciones
1968 Caleidoscopio de Arte de Colonia, Colonia
1970 Galería de Arte Grith, Colonia
1973 Galería Kurze, Gütersloh
1981 – 91 Pabellón Brunswicker, BBK (Asociación Federal de Artistas Visuales), Kiel
- Kunsthalle Kiel, Exposición Estatal BBK, Kiel
4ª Feria de Arte, Museo de la Mujer, Bonn
- 5ª Feria de Arte, Museo de la Mujer, Bonn
Galería Arte y Vida, Düsseldorf
- Galería Kirchnüchel, Kirchnüchel
Bienal de Dibujos, Cleveland, Reino Unido
Kunsthaus Itzehoe, Exposición Estatal BBK, Itzehoe
- Galería Hof Ackerboom, Kiel
Galería Privada Busold, Hamburgo
- Galería Salvat, Barcelona
- Galería Schuster, Gelnhausen
- Galería Tech, Schlossgarten, Eutin
1995 Galería Schuster Offenbach
Art Frankfurt, Galería Schuster
Grupo Markert, Neumünster
- Museo Richard Heizmann, Niebüll
Galería Hensel y Mares, Karlsruhe
- Galería Kunstwerk, Fráncfort del Meno
- Exposición estatal BBK, Lübeck
Galería Kunstwerk, exposición individual
Galería Municipal, Schlangenbad
- Grupo Markert, Neumünster
Galería Kunstwerk Frankfurt
Adquisición de un edificio de establos en la zona rural de Uckermark, Brandemburgo. Conversión y ampliación en edificio residencial.
2007 – 2012 Grupo de artistas umKunst, es un grupo de artistas profesionales centrado
en la región de Uckermark
Exposiciones colectivas
2010 Caja de ahorros, Prenzlau
2012 Catedral, Prenzlau
2024 Galería La Luz, Murcia
Obras en colecciones públicas y privadas
Ayuntamiento de Frechen
Deutsche Bank Fráncfort del Meno
Museo Municipal de Arte Spendhaus Reutlingen
Colección Huirle Bad Düben y Durbach
Cámara de Industria y Comercio de Kiel
Caja de Ahorros del Distrito de Gelnhausen
Asociación de Giro y Cajas de Ahorros de Kiel
Casa del Estado de Kiel Schleswig-Holstein
Museo Estatal de Schleswig-Holstein Castillo de Gottorf, Schleswig
DEKA Banco Fráncfort del Meno
Caja de Ahorros Wittgenstein, Bad Berleburg
Colección Busold, Hamburgo
Colección G.E. Süderlügum
Museo Richard Haizmann, Niebüll
Colección del Grupo Markert, Neumünster
Quest GmbH, Hamburgo
MPA Pharma, Trittau
Vignette GmbH, Hamburgo
Marcard y Stein & Co, Hamburgo
Caja de Ahorros, Prenzlau