LAS HIJAS DE JERUSALEM ( 1956)
– Autor: Juan González Moreno. ( Murcia, 1908-1996)
– CRISTO
– Madera de pino rojo, policromada y estofada. Peso: 39´9 Kg.
Dimensiones: 1´13 x 1´16 x 0´57 metros.
Destaca el especial tratamiento en la talla y belleza del rostro de Jesús, de anatomía delicada y pliegues precisos en la túnica estofada. La corona de espinas dorada está realizada al tiempo que el cabello, por lo que diversos mechones asoman de forma natural entre los huecos para recaer sobre su faz. Su policromía es mate, y su estofa de formas geométricas.
– SIMÓN DE CIRENE
– Madera de pino, policromada. Peso: 32´6 Kg. Dimensiones: 1´59 x 0´84 x 0´44 mts.
En tonalidad más oscura y con una anatomía más robusta, se dispone a ayudar a Jesús a cargar con la cruz. No lleva estofa.
– MUJER HEBREA ARRODILLADA
– Madera de pino rojo, policromada y estofada. Peso: 32´5 Kg. Dimensiones: 1´22 x 0´72 x 0´98 mts.
Vestida a la usanza hebrea, su rostro y disposición de manos refleja con naturalidad el dolor al ver a Jesús, mientras escucha las palabras que El le dirige.
– MUJERE HEBREA DE PIÉ>
– Madera de pino rojo, policromada y estofada. Pesos: 37´4 Kg. Dimensiones: 1´55 x 0´98 x 0´86 mts.
Vestidas a la usanza hebrea, su rostro y disposición de manos refleja con naturalidad el dolor al ver a Jesús, mientras escucha las palabras que El le dirige.
– NIÑO>
– Madera de pino rojo, policromada. Peso: 12´5 Kg. Dimensiones: 0´86 x 0´24 x 0´47 mts.
De bello rostro, piadoso e inocente, con el cabello desenfadado, y de anatomía infantil remarcable y realista; le convierten en uno de los personajes más queridos y entrañables de Murcia.
Las Hijas de Jerusalem. Obra de Juan González Moreno, en 1956. Paso basado en un pasaje evangélico de San Lucas, representa el encuentro de Jesús, que aparece caído en tierra con la cruz a cuestas, ayudado por Simón de Cirene, con las Hijas de Jerusalén, identificadas dos mujeres apenadas acompañadas por un hermoso y niño. El conjunto de cinco figuras de talla completa costó un total de 175.000 pesetas y sustituyó al destruido en la Guerra Civil, que fue realizado por Santiago Baglietto mediado el siglo XIX. Destaca la figura de Jesús, de una gran belleza, rostro sereno y mirada triste, con corona de espinas tallada y túnica estofada de precisos pliegues. A su lado, en contraposición, el Cirineo muestra una anatomía de fuerte y estudiada musculación y presenta en carnaciones y vestiduras una policromía más oscura. En la parte trasera del trono se sitúan las dos mujeres que sollozan y el niño, quienes dirigen sus expresiones de pena y dolor hacia Jesús. El niño es un personaje de gran ternura y delicada belleza. El trono fue realizado por Luis Vidal, bajo dirección y diseño de Juan González Moreno, por el precio de 27.000 pesetas. Es portado por treinta y ocho nazarenos-estantes.
Textos: Antonio Barceló López